Mucho hemos escuchado en días recientes sobre la Doctrina Monroe con relación a los ataques constante de los Estados Unidos hacia nuestro país, pero de qué trata en realidad esta doctrina, historicamente cuales han sido sus aportes para beneficiar a los americanos, y sobre todo a Latinoamérica siendo una gran nación y nuestro hogar.
La Doctrina Monroe fue redactada por su secretario de Estado el Sr. John Quincy Adams entre otros, dónde plasmaban la idea en que cualquier país europeo que tuviese la intención o planeara la invasión o colonización de los países que forman este continente. Pero en teoría y en papel la idea se escucha inspiradora, incluso heroica, sobre todo por la forma en que nos mostraron la idea en que era "América para los americanos". Vaya Monroe cómo engañaste a pueblos con esa farsa, ya que desde que se leyo como mensaje anual del presidente norteamericano James Monroe al Congreso de los Estados Unidos del 2 de diciembre de 1823; pero que después se convertiría en la espada de Damocles para Latinoamérica.
Ejemplos de aplicación de esta doctrina:
- Expansión a Texas, junto con la doctrina de Destino Manifiesto.
- Intervención en la guerra de la independencia de Cuba.
- Expansión a Hawái.
- Y junto a su complemento, la doctrina conocida como Corolario Roosevelt, sirvió para justificar intervenciones varias en Latinoamérica durante los años de la Guerra Fría.
- Crisis de Venezuela de 1895 sobre los territorios de la Guayana disputados con Inglaterra.
Con Venezuela vamos a quedarnos un poco más para entender el alcance que tubo esta Doctrin a lo largo de la hitoria, a travéz del portal web Aporrea.org hace un breve resumen por nuestro pasado que se muestra a continuación:
Desde el inicio de su vida republicana, Venezuela ha padecido las “dos caras”
de la política exterior norteamericana, la hostilidad y el
intervencionismo de sus gobiernos. Los Estados Unidos, nacidos bajo
premisas de “libre comercio” sostuvieron contra las nacientes
hermanas repúblicas del sur de América un bloqueo comercial durante las
guerras de independencia, llegando a castigar hasta con pena de muerte a
los ciudadanos norteamericanos que comerciaran con ellas o apoyaran su
causa independentista. En 1818 el Libertador Simón Bolívar dirigía una
carta al Señor Bautista Irvine, en su calidad de agente de los Estados
Unidos, en la que decía “La prohibición no debe entenderse sino
directamente contra nosotros que éramos los únicos que necesitábamos
protección. Los españoles tenían cuanto necesitaban o podían proveerse
en otras partes. Nosotros solos estábamos obligados a ocurrir al Norte
así por ser nuestros vecinos y hermanos, como por que nos faltaban los
medios y relaciones para dirigirnos a otras potencias... Mr. Cobett ha
demostrado plenamente en su semanario la parcialidad de los Estados
Unidos a favor de España en nuestra contienda. Negar a una parte los
elementos que no tiene y sin los cuales no puede sostener su pretensión
cuando la contraria abunda en ellos es lo mismo que condenarla a que se
someta, y en nuestra guerra con España es destinarnos al suplicio,
mandarnos exterminar.”. El gobierno norteamericano, no solo
prohibió el comercio con las nacientes repúblicas de Suramérica sino que
intervino directamente en contra de ellas suministrando armas a los
realistas españoles en el sur de Venezuela. Esta política se ordenó y
sistematizó, durante todo el siglo XIX, bajo la llamada Doctrina Moroe
de 1823, según la cual toda América debía ser controlada directamente
por los norteamericanos. Bajo ésta doctrina, los Estados Unidos hicieron
posteriormente la guerra a España, acabando en 1898 de forma definitiva
con su Imperio y ocupando Cuba y Puerto Rico, ambas islas de un gran
valor económico y estratégico en el mar Caribe.
En el contexto petrolero venezolano y en el marco de la Doctrina Moroe, destaca la intervención directa de la empresa petrolera norteamericana New York & Bermúdez Company
en asuntos internos venezolanos. Esta empresa operó en Venezuela entre
finales del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX (gobierno del
dictador J.V Gómez) y se dedico al manejo, explotación y
comercialización del Lago de asfalto de Guanoco, en el oriente
venezolano y algunos pozos petroleros que perforó en la misma zona,
entre ellos el Bababui 1 que fue el primer pozo profundo de
producción petrolera del país. Las medidas nacionalistas del presidente
Cipriano Castro (período 1899-1908) provocaron malestar en esta empresa
que decidió financiar una rebelión de los caudillos que habían sido
apartados de la vida política por Cipriano Castro. Esta rebelión,
llamada por sus organizadores la Revolución Libertadora, se convirtió en la guerra civil más sangrienta habida en el país desde la Guerra Federal. La guerra civil financiada por la New York & Bermúdez Company provocó
pérdidas humanas y económicas tremendas al país asi como a ciudadanos
alemanes, ingleses e italianos con inversión en el país que reclamaron
ante sus gobiernos europeos la intervención directa en Venezuela. Entre
fines de 1902 y principios de 1903 las marinas de guerra del Imperio
Británico, el Imperio alemán y el Reino de Italia bloquearon los puertos
venezolanos exigiendo el pago inmediato de las supuestas deudas
contraídas por Venezuela a las compañías de sus connacionales. La enciclopedia libre describe el hecho de la siguiente manera “El
9 de diciembre de 1902, 15 unidades de la armada inglesa y alemana
actuando en operación conjunta atacaron el puerto de La Guaira.
Desembarcaron tropas en los muelles, de los cuales se apoderaron; a las
12 de la noche fuerzas alemanas atravesaron la ciudad para conducir sus
representantes diplomáticos a bordo de la flota y así ponerlos a salvo
de una eventual represalia del gobierno venezolano. A las 5:00 a.m. del
día 10 los ingleses harían lo mismo, trasladando además a varios
connacionales que exigían protección. La pequeña marina de guerra
venezolana no opuso ninguna resistencia...”. Esta agresión de tres
potencias imperialistas europeas contra Venezuela puede entenderse como
una tentativa para dirimir con Estados Unidos áreas de influencia en
territorios americanos, en momentos en que el petróleo estaba pasando a
ocupar un lugar cada vez más importante en la geopolitica capitalista
global. Así como las potencias imperiales del siglo XIX habían
rivalizado por las colonías con abundantes carbón, té, azucar, canela y
esclavos, las nuevas potencias industriales del siglo XX comenzaban a
pugnar por los países con mejores y más abundantes yacimientos
petroleros (Venezuela, México, Norte de Africa y Oriente Medio).
El bloqueo naval a Venezuela terminó con la intervención de los Estados
Unidos y el retiro de los buques de guerra de las tres potencias
europeas involucradas. Esta situación en Venezuela preocupó al
presidente norteamericano Theodore Roosevelt (período 1901-1908) quien
propuso en el Discurso del Estado de la Unión del 6 de diciembre de
1904, una enmienda a la Doctrina Monroe según la cual no solamente se
debería mantener a los imperios europeos fuera de América sino que se
consideraría a América Latina y el Caribe como territorio para expandir
los intereses comerciales de los Estados Unidos. Es decir, se
establecían unilateralmente derechos semi-coloniales sobre todas las
repúblicas del resto del continente americano similares a los que tenian
Inglaterra y Francia sobre sus colonias de Asia y Africa. En este
sentido, varios autores afirman que hubo participación activa, directa o
indirectamente, del gobierno de los Estados Unidos en acciones contra
los gobiernos venezolanos de Cipriano Castro (derrocado finalmente en
1908) Isaías Medina Angarita (1941-1945) y de Rómulo Gallegos (1948) que
fueron forzados a dejar el poder luego de procurar reformas petroleras
importantes en defensa de los intereses de la república. Lo que si es un
hecho histórico comprobado es que, en todos los casos, el gobierno de
Estados Unidos reconoció y apoyó inmediantamente al bando de los
golpistas que asumieron el poder luego del derrocamiento de cada uno de
los intentos de gobierno democrático y sobernista en Venezuela, y apoyó a
los respectivos dictadores que les sucedieron (J.V Gómez, M. Pérez
Jimenez, etc.).
Es por eso que es tan importante saber y conocer sobre estos momentos del pasado que están más vivos que nunca, ya que de alguna forma u otra lo seguimos viviendo.
Eliana Vargas Guánchez
Fuentes consultadas:
-Aporrea.org; Alejandro López González
-http://historiausa.about.com/od/oeste/f/que-Es-La-Doctrina-Monroe.htm
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